Su mutuo deseo podría haber rivalizado en intensidad con el sol de La Toscana.
Para Dario Olivero, Alyse Gregory era simplemente un medio para vengarse de su hermanastro. Pero Alyse también era la clave que iba a permitirle obtener la aceptación familiar que siempre había anhelado y, consciente de las dificultades en que se encontraba, decidió utilizarla.
Alyse no esperaba una proposición de matrimonio, pero aquel sexy italiano podía hacerse cargo de las deudas de su familia si aceptaba el matrimonio de conveniencia que le proponía… Su cabeza le decía que no debía hacerlo, pero su cuerpo ansiaba otra cosa.