Después de un largo y frío invierno, la resolución de Nathan Quinn de permanecer soltero se derritió tan rápido como la nieve de Dakota. Quizás había llegado la hora de buscarse una mujer, alguien que lo ayudara a criar a su hija, que curara su maltrecho corazón y... que calentara su inmensa cama.
Crystal Galloway buscaba algo en Jasper Gulch, pero desde luego ese algo no era un marido. La ciudad estaba llena de solteros disponibles, pero, entre todos ellos, era imposible no fijarse en aquel tosco ranchero. Crystal sabía que Nathan era la clave que la ayudaría a entender su pasado y... quizás también a construir su futuro.