Sea bajo la forma del análisis introspectivo, de un taller new age de "mente-cuerpo" o de un programa de reafirmación personal, la "terapia" ha logrado un nivel inusual de legitimidad cultural en una gran variedad de grupos sociales, organizaciones, instituciones y entornos culturales. El discurso terapéutico ha atravesado y ha desdibujado las esferas estancas de la modernidad hasta llegar a constituirse como uno de los principales códigos con los cuales expresar, conformar y guiar al yo, a tal punto que la perspectiva terapéutica se ha convertido en uno de los centros de esa entidad vaga y amorfa conocida como civilización occidental.