Brody Elliott luchaba con todas sus fuerzas por criar solo a su hija Molly. No dejaba de culparse por la muerte de la madre de Molly y ahora quería proteger a su pequeña de cualquier dolor. Por eso cuando la niña se hizo amiga de su encantadora vecina, Carissa Lewis, Brody desconfió automáticamente…
A pesar de la hostilidad y la desconfianza de Brody, Carissa había establecido un estrecho vínculo con Molly. Brody hacía todo lo que podía, pero era evidente que la niña necesitaba una madre… y quería que fuera Carissa. Ahora sólo faltaba que Brody estuviera dispuesto a olvidarse del pasado y a dejarse llevar por la atracción que sentía por Carissa…