Genevieve Ralston sabía cómo satisfacer a un hombre; pero cuando su amante la abandonó sin contemplaciones, se dijo que no querría nada más con el sexo opuesto. Hasta que conoció a Simon, un caballero atractivo e inquietante del que no podía apartar las manos. Pero Simon Cooperstone, vizconde de Kilburn, era espía. Tenía la misión de recuperar una carta misteriosa que se encontraba en manos de Genevieve; y al intentar seducirla para conseguir su objetivo, olvidó poner a salvo su corazón. ¿Estaría a la altura de una amante tan sensual y experimentada?