Un pacto muy apasionado.
Veronica Grant necesitaba un hombre que la acompañase a la boda de su prima y que consiguiese mantener a distancia a su insistente madre, que quería casarla a toda costa. Un hombre como Fergus Kavanagh. Si lograba convencer al codiciado magnate de que asistiera a la boda como su supuesto amante, su madre dejaría de presionarla.
Fergus era el candidato perfecto. Tenía dinero, atractivo, encanto… y parientes a los que prefería evitar. Así que se haría pasar por su amante si ella accedía a hacerse pasar por la de él. El problema surgió cuando Fergus cometió el error de enamorarse de Veronica, una mujer que tenía una muy buena razón para permanecer soltera.