Eva Atraeus se tenía que casar, pero todos sus intentos por encontrar esposo se estrellaban contra el muro del administrador de su herencia, Kyle Messena, el hombre que le había partido el corazón en su juventud.
Kyle no estaba dispuesto a permitir que Eva acabara con alguien que solo buscaba su dinero. La deseaba demasiado, lo cual no significaba que tuviera intención de enamorarse. La convertiría en su esposa y, cuando ella recibiera su herencia, se divorciarían. Pero cometió un error que lo cambió todo: acostarse con ella.