Dione Keristari estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para salvar a su padre enfermo ahora que el negocio de la familia estaba en crisis. Pero suplicar al guapísimo multimillonario griego Aris Tsardikos que le hiciera un préstamo era más de lo que habría podido imaginar. La cosa no hizo más que empeorar cuando Aris le exigió que se casara con él a cambio del dinero.
Dione no tenía otra opción. Sin embargo la atracción que había entre ellos era demasiado fuerte para una muchacha sin experiencia como ella, así que Dione decidió no acostarse con Aris.
Pero su futuro esposo era un maestro en el arte de la seducción y no tardó en dejar embarazada a su prometida…