Sólo una ladrona podía robarle el corazón...
Melissa Tanner era la típica ladrona de guante blanco que intentaba retomar el buen camino. ¿Quién iba a pensar que la noche en la que trataba de devolver unas joyas acabaría atrapada en los brazos del guapísimo Kyle Radley? Aquello habría sido mucho más interesante... si Kyle no fuera un ex policía.
Aunque sabía que estaba mal, Kyle no podía evitar sentirse atraído por Melissa... y tenía la sensación de que ella sentía lo mismo por él. No paraba de decir que no podía tener nada con un hombre que siempre la vería como una delincuente. Pero Kyle había decidido atrapar a aquella ladrona...