El multimillonario Jordan Powell solía aparecer en la prensa del corazón de Sidney y, en esa ocasión, lo hizo con una mujer nueva del brazo.
Acostumbrado a que todas se rindieran a sus pies, seducir a Ivy Thornton, más acostumbrada a ir en vaqueros que a vestir ropa de diseño, fue todo un reto.
El premio: el placer de la carne.
Pero Ivy no estaba dispuesta a ser una más de su lista.