Harriet Flint no tenía otra opción que cumplir los deseos de su abuelo si quería ser la propietaria de la casa familiar… así que acudió a al sexy Roan Zandros y le propuso un matrimonio de conveniencia.
Después de decir los votos, Roan se llevó a Harriet a Grecia, donde ella descubrió que su flamante esposo era el heredero del imperio hotelero de los Zandros, un hombre poderoso acostumbrado a que todo el mundo cumpliera sus exigencias… Y ahora deseaba vivir una verdadera noche de bodas con su inexperta esposa.