Una novata en el equipo de atletismo, Patina debe aprender a apoyarse en sus compañeros mientras intenta escapar de sus propios demonios en esta secuela de la novela finalista del Premio Nacional del Libro Fantasma, por el autor best seller Jason Reynolds.
Fantasma. Lu. Patina. Sunny. Cuatro jóvenes de familias completamente diferentes, con personalidades que se vuelven explosivas al chocar. Pero son también cuatro jóvenes de secundaria que fueron escogidos para un equipo de élite de atletismo… un equipo que los podría ayudar a clasificar para las Olimpiadas Juveniles. Todos tienen mucho que perder, pero también tienen mucho que demostrar, no solo a sus compañeros sino a sí mismos.
Patina —llámenla “Patty”, por favor— corre como un relámpago. Corre por muchas razones: para escapar de las burlas de las estudiantes de la lujosa escuela a la que sus padres de crianza la enviaron desde que Patty y su hermanita fueron a vivir con ellos. Corre para huir de las miradas de la gente cuando la ven con su “madre” blanca: una mirada de lástima. Corre para huir de la razón por la que ya no puede vivir con su mamá “real”: su mamá tiene “el azúcar”, y Patty tiene terror de que la enfermedad que se llevó las piernas de su madre regrese un día y se la lleve de una vez y por siempre. Así que Patty también corre por su mamá, que no puede hacerlo. Pero ¿acaso es posible en verdad huir de todo esto? El estrés aumenta, y con el también se ha asentado una actitud bastante negativa. Y el entrenador no tolera actitudes negativas. Ni hoy ni mañana. ¿Y ahora quiere que Patty corra la carrea de relevo… en donde hay que depender de los demás? ¿Y cómo se supone que Patty haga ESO?