Etienne Gavard era un lince rescatando empresas con problemas, pero no sabía qué hacer con su última adquisición. Con cientos de puestos de trabajo en juego, pidió ayuda a Meg Leighton, una antigua empleada de la empresa.
Meg llevaba toda la vida sintiéndose invisible y nada reconocida, por lo que le sorprendió que su nuevo jefe, tremendamente atractivo, necesitara sus conocimientos. Accedió y, a cambio, él le prometió darle seguridad en sí misma y algo de elegancia francesa al vestirse. Era un trato que les obligaría a pasar mucho tiempo juntos…