Darcy Parrish había aprendido a cuidar de sí misma de la manera más dolorosa posible. Tras el accidente que dañó su columna vertebral, se había forjado una nueva vida como chef en la mansión de Patrick Judson. El puesto era temporal pero su jefe, un hombre increíblemente atractivo, parecía tener otras ideas.
El fresco encanto de Darcy pronto atrapó a Patrick, que deseaba conocer mejor a aquella mujer que creaba obras de arte culinarias con sus manos. El mayor obstáculo era la propia Darcy…