¿Sucumbir al Infierno? ¡Nunca!
Rafe Dante negaba el Infierno, esa complicidad apasionada que causaba picor en las palmas de las manos de los amantes destinados. Pero su familia hacía desfilar mujeres por delante de él… hasta que se le ocurrió una idea.
Elegiría a su novia, proclamaría que era su alma gemela y, cuando ella se marchara, él se quedaría “desolado” y su familia no se atrevería a interferir de nuevo. Así que Rafe contrató a la dulce y hermosa Larkin Thatcher para que fuera su prometida temporal.
Pero Larkin tenía secretos… y entonces Rafe sintió el calor infernal…