Hay ciertas promesas que un hombre no puede cumplir...
Rita Thompson estaba a punto de casarse, pero no se había molestado en invitar al novio, su jefe el jeque Sakir Al-Nayhal. Rita había ideado aquel plan para tratar de reunir a su distanciada familia. Todo estaba saliendo de acuerdo a lo previsto... hasta que se encontró a Sakir esperándola ante el altar.
Sakir tenía una propuesta que hacerle a la avergonzada novia: quería que fuese su esposa durante las tres semanas que pasarían en su casa de campo de Emand, y después disolverían su unión para siempre. Se suponía que en esas tres semanas no habría el menor acercamiento; ni la besaría, ni acariciaría aquel maravilloso cuerpo...