Nora Lang necesitaba distraerse y olvidar que era demasiado alta, nada atractiva y que el hombre más peligroso que había conocido le había roto el corazón.
El magnate Blake MacLeod solía preferir a las rubias sofisticadas que no le hacían pensar demasiado. Pero estaba aburrido y Nora suponía todo un desafío… el alivio perfecto. Hasta que ella se hizo con una importante información sobre el negocio que Blake no podía permitirse que saliera a la luz.
Tendría que asegurarse de que Nora no se apartaba de su lado, para ello se metería con ella en la cama y no saldrían en todo el fin de semana...